Buenos Aires renovó su oferta turística para los extranjeros que comenzaron a llegar atraídos por los beneficios del cambio. Y en este abanico de propuestas aparecieron los primeros hoteles temáticos, establecimientos caracterizados por una ambientación y una apuesta integral alrededor de algún tópico específico, como el pop, el arte o el tango.
Pionero en su tipo, Boquitas Pintadas puede considerarse el primer hotel temático de la ciudad y el primer pop-hotel de América del Sur. Este lugar, que desde su nombre homenajea a Manuel Puig, se inauguró el 21 de febrero de 2000, de la mano de Heike Thelen y Gerd Tepass, pareja de alemanes que llegó a Buenos Aires con la idea de crear un espacio de características muy particulares.
"Tratamos de unir el arte del confort con la dinámica de los excesos, siguiendo principios estilísticos y estéticos muy cuidados y definidos, desde los muebles hasta la participación de artistas que exponen acá. A menudo realizamos fiestas en el club privadísimo del sótano y en el jardín con piscina de la terraza, y las obras se ofrecen a la venta en una especie de despensa de arte", cuenta Heike a propósito de este pop-hotel.
La mansión de principios de siglo, en Monserrat, cuenta también con bar-restaurante y salón (llamado Greta Garbo; la escalera caracol también tiene nombre: Alfred Hitchcock).
Así, cada dos meses, las cinco habitaciones del hotel (bautizadas Gilda, Suite Royal, Santería, Diana Romm y Chamber of Roses) son intervenidas por diferentes artistas.
El hotel reúne el diseño de los años sesenta y setenta con el glamour de artistas contemporáneos.
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